Si necesitas alguien para ser feliz, eso no es amor: es carencia.
Si tienes celos, inseguridad y haces cualquier cosa para mantener a alguien a tu lado, aún sabiendo que no eres amado, y dices que crees en esa persona, pero no en los otros, que te parecen rivales, eso no es amor: es falta de amor propio.
Si crees que tu vida queda vacía sin esa persona; no consigues imaginarte solo y mantienes una relación que se acabó sólo porque no tienes vida propia, eso no es amor: es dependencia.
Si piensas que el ser amado te pertenece; te sientes dueño y señor de su vida y de su cuerpo; no le das la oportunidad de expresarse, de decidirse, sólo para afirmar tu dominio, eso no es amor: es egoísmo.
Si no lo deseas; no te realizas como hombre o mujer con esta persona; prefieres no tener relaciones íntimas con esa persona, sin embargo sientes algún placer en estar a su lado, eso no es amor: es amistad.
Si discutín por cualquier motivo; os morís de celos uno del otro; no siempre hacéis los mismos planes, os falta acuerdo en diversas situaciones, no os gusta hacer las mismas cosas o ir a los mismos lugares, pero hay un deseo de estar íntimamente juntos, eso no es amor: es deseo.
Si tu corazón late más fuerte; el sudor se hace intenso, tu temperatura sube y baja vertiginosamente, sólo en pensar en la otra persona, eso no es amor: es pasión.
Ahora que ya sabes lo que no es amor, es más fácil analizar lo que te pasa e intentar resolver tu situación, o programarte para atraer a alguien por quien sientas afecto y deseo; y que ese alguien también sienta lo mismo por tí, para que juntos podáis construir una relación equilibrada, en donde haya verdadero amor.
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